La Sierra de Entzia, a la que se accede desde Salvatierra por el puerto de Opacua, constituye una parzonería; tierras comunales cuyos pastos y maderas son explotados de modo compartido por varios pueblos de las cuadrillas de Salvatierra y Campezo. Hallamos en ella bosques de hayas, inmensas campas como las de Legaire, en las que pastan los caballos en semilibertad, monumentos megalíticos como el Menhir de Itaida o el Cromlech de Mendiluze, cuevas y bordas de pastores que siempre nos enseñan algo si nos paramos a charlar con ellos. La vertiente norte es bastante escarpada, pero la vertiente sur forma una pequeña meseta que va descendiendo suavemente, lo que la hace fácil de recorrer a pie o en bicicleta. Las crestas que corona el Bayo son uno de los puntos preferidos para lanzarse por los practicantes del parapente y el ala delta.